Sabemos la complejidad que representa la asunción del lugar del analista y de las dificultades que implica sostenerse en él. De ahí que la tarea de formar analistas sea entendida desde la misma complejidad y sea vista como un trabajo de reflexión continuo, profundo y permanente.
La articulación de los tres ejes fundamentales que definen el trípode freudiano, soportan y sostienen el proceso de formación del psicoanalista. Promovemos una formación que dote al aspirante no sólo de los conocimientos teóricos -metapsicológicos- y las habilidades técnicas necesarias para ello, sino también de la posibilidad de advertir los deseos que lo habitan -análisis propio- y cómo llegan a ponerse en juego en los procesos analíticos que lleva con sus pacientes -supervisión clínica-.
La columna vertebral del proceso de formación es el análisis del analista, de tal modo que no hay psicoanalista sin haber sido antes psicoanalizante. Ahí el sujeto se juega en toda su dimensión y requiere de todo el tiempo necesario para dar cuenta del conjunto de deseos, resistencias, inhibiciones, síntomas y angustias que se elaboran. Puesto que el análisis personal es un espacio esencial del proceso de formación, nuestra propuesta pretende eximirlo de contaminaciones transferenciales, minimizando las injerencias de la institución en el mismo. De igual modo, se busca reducir la intromisión del analista en otras áreas del proceso que no sean las de su análisis.
La lectura y el estudio crítico de los textos freudianos es la columna vertebral de nuestra propuesta de formación. Se realiza de manera minuciosa y detallada, entendiendo las características del objeto al que se refieren, la estructura epistemológica que les es inherente y la lógica del contexto en el que fueron producidos. Su estudio pormenorizado implica necesariamente la crítica que permita enriquecer el texto y transformarlo. La tensión ejercida entre los conceptos psicoanalíticos y la clínica particular del analista es fundamental y resulta productiva y promotora de innovaciones en el campo psicoanalítico. Al ser un trabajo inacabado que se recrea en cada caso, resulta rico en descubrimientos a partir de la formulación permanente de nuevas preguntas.
El estudio del psicoanálisis posterior a Freud se promueve de igual modo, bajo las mismas características y posturas críticas. Así, se revisan las propuestas de M. Klein y J. Lacan entre otros, quienes ampliaron el campo de acción del psicoanálisis, abriendo sus fronteras e incluyendo perspectivas teóricas y aspectos clínicos poco abordados anteriormente. A partir de ello, se renuevan conceptos indispensables en el trabajo actual del psicoanálisis y se incluyen otros necesarios para entender y atender las demandas contemporáneas que la sociedad realiza a nuestro campo.
Cada seminario es un espacio donde se comparten preguntas, intenciones, lecturas diferentes y experiencias. No es una clase donde uno es el maestro que sabe y enseña y el otro el alumno que no sabe y aprende. Es, en sí mismo, un lugar de transmisión particular, un precipitado de transferencias, estilos y peculiaridades de sus participantes. Constituye una experiencia única, un acto singular de producción grupal.
Buscamos impulsar en los formandos una actitud de investigación y elaboración personal de los textos para acceder a la teoría y a la clínica. Favorecemos la construcción de una formación personal a través de la síntesis que cada uno pueda alcanzar y proponer desde la articulación, en tensión constante, de su análisis personal, la lectura del texto freudiano y la práctica clínica supervisada. Así, cada uno se transforma en analista desde la singularidad de su proceso particular, ubicado en el contexto institucional.
La formación teórica en psicoanálisis es permanente. Además, requiere de una temporalidad propia y singular que debe ser respetada. De igual modo, el acceso al trabajo en la clínica es una decisión personal que depende de un tiempo individual más que de uno institucional. Y ni que decir con respecto al proceso del análisis personal, que se desenvuelve bajo sus propios ritmos. Por ello, el Círculo Psicoanalítico Mexicano no ofrece grados académicos ni certificaciones de otro tipo. Ello implicaría la intromisión de lineamientos de otros órdenes en los procesos particulares de transmisión del psicoanálisis y el aumento de las dificultades de integración de los mismos.
Partimos de la idea de un programa básico, introductorio, dirigido a todos aquellos interesados en conocer el pensamiento freudiano, ya sea por cuestiones personales o intelectuales, el deseo de formarse como analista o el de complementar y articular un saber propio de manera interdisciplinaria, incluso con fines de investigación. Se trata de un primer “tiempo” de acercamiento a la teoría psicoanalítica con contenidos introductorios, durante los cuales se realiza una revisión de los conceptos, ideas y proposiciones básicas.
Posteriormente, se propone una profundización en las temáticas de la clínica, articulada con lo ya revisado y con la introducción de nuevas problemáticas. Se incluyen seminarios mayormente vinculados a la clínica, incluso en su tratamiento y enfoque, como la revisión a profundidad de las neurosis, psicosis, perversiones y patologías “actuales” como las adicciones, psicosomática, anorexia y bulimia. Supervisión de casos y seminarios sobre la formación y el ser analista son parte también de la propuesta.
De esta manera se genera un cuerpo de teoría básica como un primer momento y una forma de acercamiento inicial al pensamiento psicoanalítico y como eje articulador. En un segundo momento, se propone una ruta más clínica que aterrice en el propio quehacer psicoanalítico y que represente, más que un lugar de llegada, una vía de apertura.
No exigimos al candidato la proveniencia de licenciaturas específicas -psicología y medicina, tradicionalmente-, promoviendo las posibilidades de diálogo del psicoanálisis con otras disciplinas y ampliando el espectro del mismo a las aportaciones que pueden llegar desde diversos puntos de vista. Ello es complemento de la necesaria interlocución del psicoanálisis con otras disciplinas y del reconocimiento de la importancia del trabajo conjunto en el tratamiento de temas afines.
1.1 Construcción de las nociones de sujeto e inconsciente.
1.2 Contexto social, cultural y filosófico del surgimiento del psicoanálisis.
1.3 Cátedra José Perrés: El nacimiento del Psicoanálisis. Constitución del Método psicoanalítico.
1.4 Cómo se forma un psicoanalista.